lunes, 31 de mayo de 2010

Reflexiones sobre extremos de oriente

Tengo la impresión de que en este mundo vivimos en una continua dicotomía, especialmente en el panorama político. O se es de izquierdas o se es de derechas. O se es liberal o se es social. O se es pro-palestino o se es sionista.

Apelar a los extremos es perder gran parte de la semántica de la que el ser humano dispone para sus argumentaciones. ¿Dónde quedó la retórica de Sócrates, donde los argumentos férreos servían para defender posturas? ¿Cuándo desviamos la dialéctica hacia el campo de lo deportivo, donde siempre existe un "y si...?" con capacidad de anular cualquier proposición lógica. Hemos pasado del "tengo calor" al "no tengo frío".

La cuestión del ataque israelí a la flotilla internacional me resulta bochornosa. No tanto por el ataque en sí, cuya calificación moral sería detestable, sino por los intentos desesperados de  su ejecutivo por lavar la imagen pública de cara a la opinión pública. Ya es tarde para eso.

Se han difundido vídeos de cómo los soldados eran agredidos con barras de hierro, junto a otro vídeo del requisamiento de una navaja de unos cuatro centímetros de hoja. De esas que se utilizan en las acampadas para cortar queso.

En primer lugar, la información está sesgada en ambos extremos: la parte del barco emite las imágenes del asalto, mientras que la parte israelí únicamente emite la agresión a sus hombres. Esto únicamente demuestra lo de siempre: quien controla la información es quien maneja los brazos de la balanza.

En segundo lugar, partiendo de que AMBAS partes dicen la verdad (Israel disparó y los activistas reaccionaron golpeando con barras de hierro), me vienen a la cabeza unas cuantas reflexiones:


  • Que si alguien te invade (especialmente en aguas Internacionales) es lógico esperar, como mínimo, una respuesta defensiva.

  • Que el nivel destructivo de un M-16 manejado por un comando de élite es "ligeramente" más mortífero que un arma contundente improvisada en manos de un aficionado (o incluso que un cuchillo de acampada e incluso los tirachinas y las canicas que mostraban algunos vídeos).
  • Que los chalecos salvavidas no ofrecen la misma protección que un traje de asalto.
  • Que está claro que el viaje de la flotilla era un acto más político que humanitario, tal y como afirmaron desde Israel, pero que sigue sin justificar la exagerada violencia con la que respondió el ejército. Mejor un Mayo del 68 que una plaza de Tiananmén.
  • Que afirmar la conexión entre Al-Qaeda y la flotilla suena tan infantil como conectar la caída de un diente y el ratoncito Pérez. Especialmente cuando, indirectamente, acusas de terrorismo a diputados alemanes, un representante del Vaticano y a un premio Nóbel de la Paz.
  • Que Turquía es miembro de la OTAN, que uno de sus navíos ha sido atacado en aguas internacionales y que EE.UU. "lamenta" el "incidente". ¿Qué hubiese pasado si el agresor hubiese sido Libia o Irán?
  • Que Turquía es era el único país cercano con el que Israel tiene tenía tratos comerciales y en el que existen bases norteamericanas con capacidad de defensa ante un posible ataque bélico por parte de alguna potencia cercana.
  • Que la principal causa de los abusos se debe a la inacción del resto del mundo, especialmente UE y EE.UU., al que parece temer reprender al "colega conflictivo". Las fórmulas que sirven contra los "terroristas" no sirven contra los países "amigos".

En fin, que parece que la maquinaria propagandística está en marcha. Un país completamente militarizado, geográficamente extendido y con el servicio secreto mejor entrenado del mundo no está ahí por casualidad. Todo quedará, como siempre, en agua de borrajas. Y todo por el famoso "derecho a defenderse".

domingo, 28 de septiembre de 2008

I.T.

Y por fin, tras unos años de estudio, el suscribiente completa en septiembre de 2008 dos objetivos muy importantes a nivel personal: finalizar con éxito la carrera y reunir la experiencia laboral de un año como programador :)

domingo, 21 de septiembre de 2008

Envía ALTA al 1234

    Las empresas han sabido explotar con avidez el tirón de la telefonía móvil. Hasta tal punto lo han logrado que en cualquier programa de televisión o anuncio de revista se solicita al usuario el envío de una palabra a un número de cuatro dígitos al lucrativo precio de 1,2 € + IVA. Nunca he caído en los ardides publicitarios de este tipo, salvo años atrás que la curiosidad (esa curiosidad que en ocasiones me lleva por la calle de la amargura) hizo que mandara un mensaje al Diario de Patricia para comprobar en persona que realmente aquellos comentarios que se veían por la pantalla eran realmente enviados por la gente. Para mi sorpresa, mi mensaje apareció por televisión :)

La historia comienza el sábado pasado, momento en el cual, en un ataque de gula decido bajar al súper para comprar un surtido Martínez y saciar mis necesidades de glucosa. Al subir a casa, con una palmerita de chocolate en la boca, compruebo que hay una promoción en la cual regalan 100 vuelos diarios de ida y vuelta para dos personas con la compañía Ryanair. La cosa hubiese quedado así si no hubiera sido que el precio del mensaje marcaba 0,15 € + IVA. Nuevamente, la curiosidad me obligó a enviar el mensaje, con la curiosa sorpresa de recibir el siguiente mensaje:

    Has ganado! Para canjear tu vuelo gratis tienes que entrar en www.bimbo.com y utilizar este código: XXXXXXX. Puedes hacerlo hasta el 16 de noviembre.

    Así que si no es tongo (esperemos), el menda va a irse a conocer el año que viene las islas de Córcega y Cerdeña gracias a la gula y a las palmeritas de chocolate. Y ya no puedo decir la famosa frasecita de 'A mí nunca me toca nada'. :)

sábado, 26 de enero de 2008

Verdad verdadera

    Este mes he cambiado de operadora. ¿La razón? Necesitaba una tarifa óptima para realizar llamadas de larga duración a números concretos. Visto el panorama de las ofertas existentes en el mercado, lo más interesante era el 60x1 de Vodafone (tarifa que ya tenía) o la siguiente oferta de Yoigo:

            "No subiremos nunca nuestras tarifas. Verdad verdadera"

            "Todas las llamadas de Yoigo a Yoigo cuestan 0 cent/min.
            Da igual si llamas 3 minutos, 1 hora
            o hasta que se te acabe la batería del móvil.
            Como lo oyes,
 bueno, como lo lees,
            sólo pagas 12 céntimos de establecimiento de llamada."

            "Esto no es una promoción"


    Pues bien, con lo prometedora de la oferta, al final ha ocurrido lo siguiente:

    Primera verdad verdadera: Sí que han subido las tarifas. Bueno, en realidad a partir del 1 de Marzo. En ese momento, las llamadas gratuitas entre Yoigos serán limitadas a 60 minutos al día. A partir de ese momento, el minuto 61 costará como todas las llamadas: 12 cts/min + IVA.

    Segunda verdad verdadera:Sí que da igual llamar tres minutos o una hora. Pero si la batería del móvil dura más de una hora, estás vendido.

    Tercera verdad verdadera: ¿No es una promoción? ¿Cómo se le llama entonces a anunciar esta tarifa a bombo y platillo para después desaparecer mediáticamente y realizar este cambio justo después de Navidad? ¿Y cómo se le llama a hacer pública esta información mediante una nota de prensa (aquí) en lugar de anunciarlo honéstamente en su página para que todo el mundo se entere?

    En realidad, y pese a todo, si básicamente hablas con una o dos personas de Yoigo, la tarifa sigue estando genial (si hablas sólo con una persona, son un total de 12 cts cada uno por dos horas de conversación), pero me ha resultado decepcionante (como imagino que a todo el mundo) la falsa imágen de inocencia que intentaba dar la compañía, demostrando estar a la altura del resto de operadoras.

    A todo esto, no sé la decisión sería un plan premeditado o se debe a otras razones, pero Yoigo acaba de cerrar un acuerdo con Orange para utilizar sus infraestructuras mientras pierde su cobertura en algunas ciudades. Creo que es hora de comprar una tarjeta de otra compañía y utilizar las tarifas más convenientes. Yoigo ha dejado de convencerme. Y lo que es peor: la emoción por convencer a mis amigos para que se cambien de compañía. Personalmente, no voy a volver a recomendarlo.

    ¿Qué se podía esperar de una empresa que despide a 3.500 trabajadores en época de bonanza? Al menos honestidad no. Cabe esperar si se vuelve a repetir el caso de el año pasado en el cual Vodafone y Movistar modificaron unilateralmente las tarifas y sus clientes pudieron abandonar la compañía sin perjuicio alguno. En ese caso, no esperaré año y medio en una operadora que me ha decepcionado profundamente. Supongo que cuanto más te ilusionas con algo, mayor es luego la desilusión.

    Jodido efecto rebote...

miércoles, 16 de enero de 2008

Diez mil de las antiguas pesetas

Desde la entrada del €uro en nuestras vidas, se ha puesto muy de moda la expresión "son xxxxxx de las antiguas pesetas". Claro que no es fácil desembarazarse de una moneda que nació en 1868 y murió en 2002. Hace ya cinco años.

Navegando un poco, y vía Microsiervos, me he parado a reflexionar (cosa curiosa cuanto menos en los tiempos que corren) de lo asumida que tenemos la igualdad de 100 ptas = 1 €. Tanto que, leyendo el enlace anteriormente citado, me he puesto a hacer cálculos de lo que cuestan mis gastos cotidianos. Una tabla resumen es la siguiente:

  • Gominola: 8 ptas.
  • Bolsa de pipas: 92 ptas.
  • Autobús (urbano): 133 ptas.
  • Litro de leche: 162 ptas.
  • CocaCola 2 litros: 204 ptas.
  • Café con leche: 207 ptas.
  • Cerveza: 250 ptas.
  • Palomitas (cine): 632 ptas.
  • Gin Tonic: 665 ptas.
  • Autobús (64 km): 740 ptas.
  • Entrada de cine: 915 ptas.
  • Pizza Familiar 4 ingredientes: 3153 ptas.
  • Depósito de gasolina (50 litros): 9151 ptas.

Lo cual demuestra (al menos a mí) el efecto psicológico de la equiparación que se ha producido entre la chapa (los veinte duros de toda la vida) y el euro. Nos quejamos mucho de la subida de precios, pero... ¿ponerse a imaginar una migración a las "antiguas pesetas"? Me sé de más de uno que no soportaría ver en qué se han convertido nuestros antiguos precios...

miércoles, 9 de enero de 2008

Las inoperadoras

    Con la llegada de los teléfonos móviles hemos caído en la ya común trampa del "compromiso de permanencia". Esto es, te cambias de operadora, te dan un móvil bonito y tú a cambio te comprometes a ser mercenario telefónico durante dieciocho meses y un día. Básicamente compran tu lealtad a golpe de terminal.

    Sabiendo esto, y con el principio de que "mantener un cliente es más fácil que atraer uno nuevo", las operadoras ofrecen el oro y el moro a los clientes de otras compañías a cambio de su alma durante un mínimo de dieciocho meses. Y como el individuo hispano es pachorro y contento como él solo, si prefieres quedarte en tu operadora de siempre, te ofrecerán un maravilloso sistema de puntos a través del cual podrás adquirir un nuevo terminal a precio desorbitado. ¿Parece absurdo, no? Para nada.

    Las operadoras saben perféctamente lo que hacen: la ley del mínimo esfuerzo. ¿Para qué ofrecerte algo antes de que te vayas pudiendo apurar hasta el último momento? El mero hecho de consumir el mínimo (una media de 9 euros al mes) ya les produce pingües beneficios, por lo que perder un cliente implica perder un mínimo de algo más de 100 euros al año.

    Hubo una época en la que estuvo de moda el siguiente diálogo:

[Cliente] Como no me den un terminal nuevo, me marcho a otra compañía.
[Operador] (Bajándose los pantalones) ¿Qué puedo ofrecerle para que se quede?



    Durante un tiempo funcionó. Hasta que las operadoras se percataron de que la mayoría de los españolitos de a pie juega al mus, y que no todos saben tirarse faroles. Así que las amenazas dejaron de surtir efecto y se sustituyeron por la típica escena en la que al protagonista le aparece un angelito en un hombro y un demonio en otro, siendo los papeles a jugar los de la nueva operadora y la antigua tras tramitar una portabilidad. La nueva ofrece un flamante móvil a cambio de sangre fresca durante 547 días. La antigua entonces saca el armamento pesado, ofrece el mismo móvil (o incluso uno mejor), descuentos durante meses y reducciones en las llamadas de por vida. ¿Por qué?

    Volvemos a lo de siempre. Spain is different.

    Por cierto, hoy me han llamado de mi -casi- antigua compañía para preguntarme el por qué de mi migración (ni me he molestado en cogerles el teléfono para escuchar sus contraofertas). Y la respuesta es simple: ya que me van a timar -ley de vida-, al menos que disimulen un poco.

    Moraleja: si cumples el año y medio de contrato y quieres móvil nuevo, no amenaces, actúa. Cuanto más se acerque el día de la portabilidad, más jugosos premios podrás llevarte. Y no sonrías pensando en que les has engañado: los que salen beneficiados de la transacción siempre son ellos. Símplemente conseguirás arañar un poquito más de lo que te habrían ofrecido en condiciones normales.

viernes, 6 de julio de 2007

Wear Sunscreen

martes, 3 de julio de 2007

Mi emisora de Last.fm

    Con el tiempo, tras el cierre de Pandora, he empezado a indagar con Last.FM, como comentaba en otra ocasión. Puestos a despotricar y a echar de menos a mi antigua radio favorita, me congratulo en anunciar que Last.FM tiene ciertas ventajas sobre su predecesora (hablando siempre de forma personal, claro está). Entre esas ventajas está la de crear una lista de temas que luego los demás pueden escuchar. Y dicho y hecho, y ya que este blog es mío (al menos en su parte pseudocreativa), pues aceptamos pulpo como animal acuático. Y ahí va mi lista de reproducción (en constante cambio):




jueves, 10 de mayo de 2007

Camisetas para perder la vergüenza

   Unos amigos y yo tenemos, desde hace unos años, una pequeña cuenta pendiente: hacernos unas camisetas personalizadas. Y mira tú por dónde, Fer encontró por ahí una página que, si bien no permite realizar camisetas personalizadas, cuenta en su almacén con una colección bastante interesante, divertida y (por qué no decirlo) irreverente.

    La web en cuestión es SetaLoca, que se dedica precisamente al comercio de este tipo de ropa. Supongo que habrá decenas de tiendas similares (e incluso mejores), pero como a partir de la tercera camiseta los gastos de envío son gratuítos, los modelos nos gustan y ya va siendo año, creo que nos hemos decidido por comprarlas de una vez.

    Personalmente me he decantado por el modelo que dice "Si puedes leer esto, es que todavía no me has quitado la camiseta", mientras que Fer ha elegido el de "You can come closer, I'm not Italian" (con todo el respeto del mundo para los italianos, por supuesto).

    Si finalmente hacemos el pedido (en cuanto Potu y Asier elijan) ya haremos un poco el gamba por ahí con ellas.

La radio en Internet

   Durante mis interminables horas frente a la pantalla del ordenador, e incluso cuando estoy trasteando o incluso realizando cualquier actividad ajena al manejo de un aparato con teclas en mi habitación, ha habido una constante común durante unos cuantos meses: Pandora.

    Esta página ha sido la responsable de que el disco duro de mi ordenador se deshiciera de la carpeta "MP3" (que ocupaba unos cuantos gigabytes), acabara por tener que cambiar la música cada X tiempo y lo más importante de todo: me permitía descubrir grupos de los que de otro modo no habría tenido nunca noticia alguna de su existencia.

    Por desgracia, hace poco tiempo recibí en mi correo electrónico un mail por parte del staff de Pandora informándome de lo siguiente:

    Until now, we have not been able to tell where a listener is based, relying only on zip code information provided upon registration. We are now able to recognize a listener's country of origin based on the IP address from which they are accessing the service. Consequently, on May 3rd, we will begin blocking access to Pandora to listeners from your country. We are very sad to have to do this, but there is no other alternative.


    Resumiendo: que por culpa de una licencia de distribución,  Pandora se veía obligada a 
"cortar el grifo" a los oyentes que no pertenecieran a los EE.UU., detectando su localización 
a través de la IP, por lo que a nivel europeo (exceptuando Gran Bretaña, creo recordar), Pandora había pasado a la historia.

    Por medio de un amigo (gracias, Potu) conocí una página parecida: Last.fm. Parece ser que la susodicha página es parecida a la anterior (aunque yo prefería Pandora, para qué nos vamos a engañar), pero eliminando la interfaz sencilla e intuitiva y añadiendo funcionalidades sociales a modo de portal musical.

    En fin, veo que últimamente last.fm se resiente en cuanto a velocidad, por lo que me imagino que no soy yo el único que ha decidido realizar ésta migración forzosa, que puede haber puesto en un pequeño aprieto a la capacidad de sus servidores.

    Seguiremos observando. Mientras tanto, podemos escuchar algo de música :)



miércoles, 4 de abril de 2007

8 cosas que no sabes sobre España... pero la C.I.A. sí

    En la página web de la CIA hay datos sobre España que probablemente no conocemos ni nosotros mismos. Como que...

  • Ocupamos el puesto 30 en población total, y el 46 en superficie.
  • Ocupamos el puesto 15 en mortalidad infantil (por delante de paises como Dinamarca, Reino Unido y EE.UU.), y el 19 en esperanza de vida (79,65 años, frente a los 83,51 de Andorra, que ocupa el primer puesto).
  • Ocupamos el puesto 65 en porcentaje de gente infectada por el virus del SIDA (0,7%), por detras de paises como Perú, Méjico, China o Afganistán.
  • Ocupamos el puesto 13 en poder adquisitivo. Curiosamente, Méjico y Brasil son más ricos que nosotros (puestos 12 y 10, respectivamente).
  • Ocupamos el puesto 36 en renta per cápita. En este aspecto, Méjico está en el puesto 87, y Brasil, el 92.
  • En menor tasa de paro, nos encontramos en el puesto 91 (9,2%). El primer puesto es, de nuevo, para Andorra (0%).
  • Somos el decimoquinto país del mundo que más petróleo consume.
  • Somos el segundo país más endeudado del mundo en relación importación/exportación (balance contable de $  -83,140,000,000), únicamente superado por EE.UU. ($  -829,100,000,000). Nos sigue en tercer lugar el Reino Unido  ($ -57,610,000,000). El último lugar es para Japón, con $ 165,600,000,000, seguido de cerca por China.

Más en la página web de la C.I.A. (en inglés)

Fuentes, fuentes... y más fuentes

Alguna vez, trasteando con el GIMP, he intentado añadir texto a alguna imágen o fondo de escritorio personalizado, pero las fuentes por defecto que tanto Windows como Linux tienen dejaban bastante que desear para este tipo de menesteres.

Así que ni corto ni perezoso, me decidí a indagar por la red buscando fuentes TrueType, y me encontré con DaFont, una web desde la que puedes descargarte de forma gratuíta fuentes para personalizar imágenes y documentos.

Si alguien necesita alguna fuente para sus documentos, que descomprima los archivos descargados y los copie en C:\Windows\Fonts, o que las instale en Linux, si es el caso.

Una de test

Lo reconozco: soy el típico personajillo que cuando recibe un test estúpido por correo electrónico corre raudo y presuroso a rellenarlo y devolverlo. Sin embargo, de todos los test que han llegado a mi bandeja de entrada, hay un par de ellos que me han llamado la atención. Uno de ellos es el llamado "Test de Raven", que se supone que mide el Cociente Intelectual. Tiene pinta de ser medianamente serio, ya que me recuerda bastante a los test que los psicólogos nos hacían en clase cuando iba al instituto.

El siguiente en la lista fue un test de posicionamiento ideológico que encontré, vía meneame, en la revista perfiles. Se trata de una serie de preguntas, bastante genéricas, sobre aspectos sociales y económicos, que tratan de colocar al sujeto que lo realiza dentro de una de las principales corrientes políticas e ideológicas existentes, desde el marxismo hasta la socialdemocracia. Desde el nazismo hasta la extrema derecha.

El resto de los que me he encontrado no dejan de ser más que curiosidades para perder el tiempo, pero estos dos, me han resultado muy interesantes.

Ovnis y dragones

Carl Sagan,el gran divulgador científico y fundador del movimiento escéptico, se esforzó en intentar hacer de nuestra sociedad un lugar racional en el que las supersticiones no tuvieran cabida.

Uno de sus artículos más interesantes -bajo mi punto de vista- lleva el nombre de Ovnis y Dragones, que trata de explicar cómo una persona fanática de una línea de pensamiento hermética tiene una incapacidad absoluta para asumir una realidad que es incapaz de asumir. La incapacidad del individuo para asumir el cambio, supongo. Se trata, en breve resumen, del contenido de la máxima "No hay mayor ciego que el que no quiere ver". Transcribo a continuación el artículo de Sagan.

"En mi garaje vive un dragón que escupe fuego por la boca"


Supongamos que yo le hago a usted una aseveración como ésa. A lo mejor le gustaría comprobarlo, verlo usted mismo. A lo largo de los siglos ha habido innumerables historias de dragones, pero ninguna prueba real. ¡Qué oportunidad!

Enséñemelo –me dice usted.
Yo le llevo a mi garaje. Usted mira y ve una escalera, latas de pintura vacías y un triciclo viejo, pero el dragón no está.
¿Dónde está el dragón? –me pregunta.
Oh, está aquí –contesto yo moviendo la mano vagamente-. Me olvidé de decir que es un dragón invisible.
Me propone que cubra de harina el suelo del garaje para que queden marcadas las huellas del dragón.
Buena idea –replico-, pero este dragón flota en el aire.
Entonces propone usar un detector infrarrojo para detectar el fuego invisible.
Buena idea, pero el fuego invisible tampoco da calor.
Se puede pintar con aerosol el dragón para hacerlo visible.
Buena idea, sólo que es un dragón incorpóreo y la pintura no se le pegaría.
Y así sucesivamente. Yo contrarresto cualquier prueba física que usted me propone con una explicación especial de por qué no funcionará.
Ahora bien, ¿cuál es la diferencia entre un dragón invisible, incorpóreo y flotante que escupe un fuego que no quema y un dragón inexistente?. Si no hay manera de refutar mi opinión, si no hay ningún experimento concebible válido contra ella, ¿qué significa decir que mi dragón existe?. Su incapacidad de invalidar mi hipótesis no equivale en absoluto a demostrar que es cierta. Las afirmaciones que no pueden probarse, las aseveraciones inmunes a la refutación son verdaderamente inútiles, por mucho valor que puedan tener para inspirarnos o excitar nuestro sentido de maravilla. Lo que yo le he pedido que haga es acabar aceptando, en ausencia de pruebas, lo que yo digo.
Lo único que ha aprendido usted de mi insistencia en que hay un dragón en mi garaje es que estoy mal de la cabeza. Se preguntará, si no puede aplicarse ninguna prueba física, qué fue lo que me convenció.
La posibilidad de que fuera un sueño o alucinación entraría ciertamente en su pensamiento. Pero entonces ¿por qué hablo tan en serio?. A lo mejor necesito ayuda. Como mínimo, puede ser que haya infravalorado la falibilidad humana.
Imaginemos que, a pesar de que ninguna de las pruebas ha tenido éxito, usted desea mostrarse escrupulosamente abierto. En consecuencia, no rechaza de inmediato la idea de que haya un dragón que escupe fuego por la boca en mi garaje. Simplemente, la deja en suspenso. La prueba actual está francamente en contra pero, si surge algún nuevo dato, está dispuesto a examinarlo para ver si le convence. Seguramente es poco razonable por mi parte ofenderme porque no me cree; o criticarle por ser un pesado poco imaginativo... simplemente porque usted pronunció el veredicto escocés de "no demostrado".
Imaginemos que las cosas hubieran ido de otro modo. El dragón es invisible, de acuerdo, pero aparecen huellas en la harina cuando usted mira. Su detector de infrarrojos registra algo. La pintura del aerosol revela una cresta dentada en el aire delante de usted. Por muy escéptico que pueda ser en cuanto a la existencia de dragones –por no hablar de seres invisibles- ahora debe reconocer que aquí hay algo y que, en principio, es coherente con la idea de un dragón invisible que escupe fuego por la boca.

Ahora otro guión: imaginemos que no se trata sólo de mí. Imaginemos que varias personas que usted conoce, incluyendo algunas que está seguro de que no se conocen entre ellas, le dicen que tienen dragones en sus garajes... pero en todos los casos la prueba es enloquecedoramente elusiva. Todos admitimos que nos perturba ser presas de una convicción tan extraña y tan poco sustentada por una prueba física. Ninguno de nosotros es un lunático. Especulamos sobre lo que significaría que hubiera realmente dragones escondidos en los garajes de todo el mundo y que los humanos acabáramos de enterarnos. Yo preferiría que no fuera verdad, francamente. Pero quizá todos aquellos mitos europeos y chinos antiguos sobre dragones no eran solamente mitos...

Es gratificante que ahora se informe de algunas huellas de las medidas del dragón en la harina. Pero nunca aparecen cuando hay un escéptico presente. Se plantea una explicación alternativa: tras un examen atento, parece claro que las huellas podían ser falsificadas. Otro entusiasta del dragón presenta una quemadura en el dedo y la atribuye a una extraña manifestación física del aliento de fuego del dragón. Pero también aquí hay otras posibilidades. Es evidente que hay otras maneras de quemarse los dedos además de recibir el aliento de dragones invisibles. Estas "pruebas", por muy importantes que las consideren los defensores del dragón, son muy poco convincentes. Una vez más, el único enfoque sensato es rechazar provisionalmente la hipótesis del dragón y permanecer abierto a otros datos futuros, y preguntarse cuál puede ser la causa de que tantas personas aparentemente sanas y sobrias compartan la misma extraña ilusión.
Los dragones invisibles y los ovnis tienen, hoy en día, la misma prueba científica de su existencia.